calor, fuerzas, ganas de luchar.
Calienta mi fría piel con tu caricia,
pon otra nota a mi melodía.
Sálvame del castigo
de la mentira piadosa,
protégeme entre tus rayos
que siempre me confortan.
Y esperaré sentado en el regazo de la ilusión
a que tu ternura vuelva a jugar conmigo,
a la vera de tu amor
me prestarás algunos sueños.
Acariciaré tu cara para no verla desvanecerse,
y poder recordar su tacto
dibujaré tu cuerpo en el cielo nocturno
en las noches frías cuando te necesite.
El día que tu calidez llegó a mi,
ese fue el día en que mi alma despertó,
volaste con alas de jirones de esperanza,
me brindaste el regalo de tu presencia.
Oh, sol mío, mi gran sol
quédate a mi lado,
cuando el vil dolor me reclame
y cuando la alegría sea mi gemela.
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