Dejé mis alas
ya no soy más sueño,
soy creación de tus pensamientos
más preciados.
Divirtámonos entre
fuegos y rosas,
entre sombras
y luces.
Cuenta hasta tres,
escóndete rápido,
para poder buscarte
y encontrarte con un dulce beso.
Pon de nuevo
mi mundo boca abajo,
¿quién dijo que
no se puede vivir bocabajo?
Me ayudaste a romper
los cristales de mi cárcel de cristal
y evitaste que me salpicaran
los cien mil cristales.
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