en un susurro de luces,
los pasos de
la dulce bailarina.
Los quehaceres de
la espléndida princesa que,
entre notas y melodías
en puntas se alza.
Para regalar al aire
caricias de fresca ternura
e inigualable pasión.
Enséñame luna
a vislumbrar en sus ojos
un pequeño ápice
del más puro de sus sentimientos.
Y entre j'aites y piruetas
dormiré hipnotizado
por las peripecias
de su silueta.
Se ha bajado el telón
y yo aún veo
como baila
mi princesa bailarina.
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